Con la llegada del verano y el periodo de vacaciones de los niños nos encontramos expuestos al sol y a otros factores que pueden afectar nuestra salud. Siga los siguientes consejos para que sus vacaciones sean divertidas y a la vez saludables.

Cuide su piel y evite las quemaduras solares: la exposición solar y los rayos ultravioleta (UV) producen daños acumulativos en nuestra piel que algunas veces son visibles de forma inmediata, como las ampollas y quemaduras; sin embargo las manchas, el envejecimiento prematuro y el cáncer suelen presentarse con el paso del tiempo.

Por lo tanto nunca seremos demasiado jóvenes ni mayores para iniciar la prevención y cuidado de nuestra piel de la siguiente forma:
• Evite exponerse al sol entre las 10 a.m. y 2 p.m.
• Utilice un protector solar, aún en días nublados, que brinde protección mínima de FPS 15, aplicándolo 30 minutos antes de la exposición de forma pareja en todas las partes del cuerpo que estarán expuestas al sol, sin olvidar la parte superior de sus orejas y la nuca. Además, recuerde reaplicar el protector solar cada dos horas o después de bañarse en el mar o piscina.
•Utilice sombrero, ropa de colores claros y anteojos de sol para mayor protección.
• Al estar por periodos prolongados en la playa o el campo busque la sombra de un árbol, palmera o cúbrase bajo una sombrilla.
• Los niños menores de 6 meses no deben estar expuestos al sol directo. Además con ellos es más recomendable utilizar barreras físicas, tales como sombreros y sombrillas, en vez de aplicarles protectores solares.
Si usted es de los que acostumbra a broncearse recuerde que el exponerse al sol en periodos cortos y frecuentes es más seguro que la exposición prolongada. Además la arena y el agua aumentan la acción del sol por lo que es importante extremar las medidas de prevención en la playa. Si observa algún cambio en su piel acuda a su dermatólogo para así detectar de forma temprana cualquier lesión.

¡Hidrátese!
Ingiera una gran cantidad de agua aún cuando no sienta sed. Se recomienda beber al menos 8 vasos de agua al día, aunque esto debe ser adecuado a la actividad física que se realiza y al tiempo bajo el sol. Como regla general cada vez que usted sude, aumente la ingesta de líquidos para reemplazar las pérdidas. Finalmente, hidrate su piel y cabello con cremas, shampoo y acondicionadores hidrantes ya que estas áreas son las que mas sufren al estar expuestas al sol y al calor.

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