Mientras que el resto del mundo parece estar sumido en una pequeña era del hielo, Costa Rica y el Pacífico Central continúan beneficiándose con oleaje tras oleaje a causa de las tormentas del Pacífico. En el mes de enero, los vientos de la costa prevalecieron durante casi dos semanas, terminando en un periodo de varios días de duración con intensos vientos, los cuales mantuvieron a todos despiertos durante las noches y fuera del agua durante el día. Estos vientos se dieron por un aumento de los vientos de Papagayo y se influenciaron por un sistema de alta presión sobre la parte sur de los Estados Unidos, así como de otro sistema de alta presión sobre Centroamérica. Esta combinación provocó fuertes vientos en las costas durante varios días. Posteriormente, arribó una gran cantidad de oleajes distintos, que probablemente continuaran durante el mes de Febrero. Tanto el oleaje del noroeste como el oleaje del sur llegaron de forma constante durante el mes, a su vez viéndose afectados por los vientos de la costa, causando así incesantes condiciones épicas. El Niño ya está surtiendo efecto.

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