Para sentir y apreciar la harmonía del arte del Bonsái, no es necesario viajar al Japón. Ubaldo Sánchez Cárdenas dedica parte de su tiempo a cultivar árboles de bonsái desde el año de 1991 y actualmente cuenta con su propio jardín sin salir de su casa en Nosara.
La historia del arte del bonsái es mas bien espiritual y aristócrata, ya que se origino en China hace unos dos mil años, como objeto de culto para los monjes taoístas. Para ellos, el árbol era símbolo de eternidad que representaba un puente entre lo divino y lo humano, el cielo y la tierra.
Durante siglos la posesión y el cuidado de los bonsáis estuvo ligado a los nobles y a las personas de la alta sociedad. Según la tradición, aquellos que podían conservar un árbol en maceta tenían asegurada la eternidad. Luego, el arte del Bonsái, fue llevado al Japón hace unos 800 años atrás, donde se perfeccionó y evolucionó al arte actual donde ya no es necesario ser un noble para poder apreciar la belleza de los arboles.
Sin embargo, esta practica cuenta con detractores que consideran que los cultivos del bonsái son crueles con los arboles y que el proceso de miniaturización les provoca padecimientos; obviamente, Ubaldo no piensa asi, "en su gran mayoría, las personas lo consideran un arte. La gente que abre su mente no ve el cultivo del bonsái como una práctica cruel para los árboles".
El cultivo de árboles de bonsái lleva consigo un conjunto de cuidados caracterizados por el esmero y la meticulosidad. Ubaldo comenta que se levanta todos los días a las cinco de la mañana y se sienta a hablarles, a interactuar con ellos.
Bonsái con arboles nativos de Guanacaste
Los arboles de Ubaldo tienen entre diez a doce años, ya que lo mínimo para llamarlos "bonsai" es que tengan cinco años de cultivo. En su jardín, cuenta con 35 árboles, catorce de ellos son especies autóctonas de la región de Guanacaste como: Madero negro, Cortéz negro, Ficus jimenesis conocido como el "árbol de Guanacaste", Ficus costarricense (Mata palo), Gavilán, Carica (familia del Mata Palo), Pochote, Mirto y Guachipilín entre otros.
Ubaldo nos cuenta que "Teniendo un ojo de arbolario, el bonsái se puede encontrar en cualquier parte, usted lo cultiva, requiere de tiempo, este es el secreto del arte del bonsái!".
Otros secretos de los cuidados están en las piedras que cubren las raíces de los arboles. Las piedras cumplen un rol mas importante que simplemente lucir bien, ellas almacenan un 80% de agua y cuando las temperaturas aumentan, los bonsái extraen de las piedras la humedad que necesitan. |