Llegó el verano y con él las playas del país se llenan de visitantes nacionales y extranjeros, todos en busca de lo mismo: disfrutar del mar y la arena mientras se relajan bajo un sol radiante. En esta época la mayoría de las personas comienzan a "tomar color" pero, ¿cuándo deja de ser una simple diversión para convertirse en un problema?
En épocas pasadas, el bronceado era mal visto por personas de clase alta, quienes lo asociaban con personas de clase baja que trabajaban la tierra. Sin embargo, este pensamiento ha cambiado por completo y actualmente, el bronceado se ha vuelto un símbolo de estatus, poder económico, belleza y hasta de salud.
Aunque la exposición solar y por ende el bronceado son considerados como algo normal durante los meses de verano, muchas personas mantienen el bronceado durante todo el año ya sea mediante la exposición solar prolongada o con el uso de cámaras de bronceado. Es por este comportamiento, el cual se asocia sobre todo a personas jóvenes, que el bronceado excesivo ha comenzado a diagnosticarse como una adicción. |
|
|
|
|
|
|
Una adicción es un hábito que una persona no puede dominar. Esta dependencia provoca que la persona sienta una necesidad incontrolable, en este caso por someterse a un sesión de bronceado. En términos médicos, esta adicción es conocida como tanorexia. Estudios recientes han logrado determinar que la exposición crónica y continua a la luz UV presenta un alto potencial adictivo, creando una dependencia tanto fisiológica como psicológica, mediante la liberación de endorfinas a nivel cerebral, provocando una sensación de placer y funcionando a la vez como estímulo para esta adicción.
Los adictos al bronceado, en su mayoría mujeres, lo hacen aún conociendo los riegos asociados con la exposición solar, ya que piensan que se ven más saludables y delgados. Sin embargo, estudios realizados por médicos de la Universidad de Washington en Seattle, Estados Unidos y publicados en The Skin Cancer Foundation Journal, demostraron que aquellas personas que se broncean frecuentemente también reportan una mejoría en su estado de animo y una sensación de relajación, asegurando que estos son sus motivos para hacerlo, apoyando así la existencia de un componente cerebral.
Estos hallazgos son apoyados por investigaciones realizadas en Wake Forest University Medical Center, en Carolina del Norte, en donde encontraron que aquellas personas que visitan con frecuencia un salón de bronceado experimentan síntomas de abstinencia, tales como ansiedad, náuseas y temblores, al administrarles un fármaco que bloquea su liberación de endorfinas y, por ende, la sensación de placer que esta actividad les brinda.
El problema radica en que, al igual que con otras adicciones, esta va en detrimento de la salud y el bienestar de quienes la padecen. Así como las personas adictas al cigarrillo continúan fumando aún conociendo los riesgos que representa y la posibilidad de presentar un cáncer de pulmón, los adictos al bronceado continúan exponiéndose a los rayos UV a pesar de ya tener daños visibles en su piel, el bronceado mismo. Al haber exposición a la luz solar, aún por periodos cortos de tiempo, ocurren mutaciones en el ADN de las células de la piel, aumentando así el riesgo de cáncer de piel. Si esto no lo convence, los efectos del envejecimiento prematuro y una piel seca, áspera y llena de arrugas y manchas que lo harán verse mucho mayor a su edad son un buen motivo para pensarlo dos veces. Utilize el bloqueador solar y, en su siguiente visita a la playa, busque una buena sombra. |
|
|
¿Piensa usted que es adicto al bronceado?
Responda a las siguientes preguntas y conozca si esta actividad podría ser un problema para usted
por Francisco Renick, M.D.
El cuestionario CAGE es una valiosa herramienta que fue creada en 1968 por el Hospital North Carolina Memorial, con el fin de detectar problemas de alcoholismo en una persona utilizando 4 preguntas altamente efectivas. Actualmente, este se ha ido modificando y adaptando para evaluar otras adicciones o dependencias. Aquí su versión modificada para evaluar la adicción al bronceado:
• ¿Alguna vez ha sentido que debe disminuir el tiempo que dedica a broncearse?
• ¿Le han molestado observaciones que la gente ha hecho en relación a sus hábitos de bronceado?
• ¿Alguna vez se ha sentido mal o culpable por sus hábitos de bronceado?
• ¿Con frecuencia, es el bronceado lo primero en lo que piensa en la mañana? ¿Debe hacerlo como primera actividad del día para sentirse bien?
Si respondió afirmativamente a 1 o 2 preguntas tómelo como una señal de alerta. Sin embargo, si respondió afirmativamente a 3 o 4 de las preguntas anteriores, es posible que tenga alguna dependencia al bronceado por lo tanto, intente modificar sus hábitos de bronceado y consulte a su médico lo antes posible.
|
|
|