Foto por Giordano Ciampini

A sus 71 años, el ex regidor, ex diputado y ex embajador Hamilton Ruiz Cascantetodavía sigue activo en la comunidad, aunque desde un lugar con un perfil menos público. “Don Hamilton”, como se lo conoce en la ciudad de Nicoya, nació un caluroso 11 de diciembre de 1941 en Lagunilla de Santa Cruz y desde que se graduó como Licenciado en Administración Educativa, su participación activa en la educación y en la política local y nacional nunca se detuvo.

Fue Director Regional de Enseñanza de Nicoya y Director del Liceo Nocturno de Nicoya, Regidor municipal del 1978-1982, Diputado nacional en el periodo 1982-1986, y embajador de Costa Rica en la República de Bolivia 1990-1992.

Pero luego de participar en la creación de leyes y de representar a nuestro país, se retiró de la política aunque no tanto de la educación. Hace algunos años decidió abrir un comercio de Internet donde, desde su escritorio y siempre con una sonrisa, ayuda a los estudiantes y a los maestros facilitándoles las herramientas tecnológicas necesarias para sus tareas, como también a muchos nicoyanos que no tienen Internet o impresora en sus casas. Su negocio también es lugar común para los periodistas de la zona que normalmente realizan su parada obligatoria a saludar a Hamilton y conversar entre ellos.

El periodista Henry Morales se entrevistó con Don Hamilton y aquí les presentamos un extracto de la conversación.

¿Que representó la designación como embajador en Bolivia para usted tomando en consideración las características de ambos pueblos?

Son países totalmente diferentes…Bolivia conserva la cultura de los aborígenes, los Quechuas y los Aymaras…inclusive los profesionales que se gradúan en las universidades deben al menos aprender uno de esos idiomas criollos aparte del castellano. Sin embargo, encontré que la región de Santa Cruz de las Sierras (departamento de Bolivia, limita con Brasil) guarda cierta semejanza con la provincia de Guanacaste y por eso planificamos un hermanamiento entre estas dos regiones y firmamos (un convenio bilateral de hermandad) en la alcaldía de Santa Cruz y luego en el parque de Nicoya. Aunque no se le ha dado mayor seguimiento, mi intención es reforzarlo por lo menos en el área cultural que considero muy importante.

¿Cómo llegó al cargo de diputado?

Yo procedo de una familia calderonista, y esa raíz me fue dando la idea de formarme primero como profesional y luego participar como Regidor municipal. Luego en educación me gradué como Licenciado en Administración Educativa, posteriormente haciendo fila, porque en política hay que tener cierta trayectoria. Primero pasaron varias campañas hasta que por fin logré un segundo puesto en la papeleta por Guanacastey llegué a la asamblea, pero tenía el gobierno en contra…y me dedique a legislar, a apoyar proyectos.

¿De su época a la actual, existe diferencia en el legislar?

Antes, las gestiones eran más de consenso, la aprobación de proyectos iban más amplio a favor de la ciudadanía costarricense. Hoy veo la legislación como muy forzada…proyectos unos sobre de otros…se convierten en una maraña de leyes que  los mismos abogados y quienes tienen que aplicar la ley se confunden.

¿Será que la aparición de diversos partidos políticos ha venido a complicar la labor legislativa?

Vivimos en un país democrático y algunas personalidades, grupos, y hasta sindicatos han optado por formar partidos políticos. Eso ha venido dar una mayor cantidad de opciones para el pueblo pero a la vez ha venido a personalizar intereses de grupos o gremios…entonces eso viene a complicar la gobernabilidad porque ante muchas ideas diferentes es más difícil la conciliación.

Con el bipartidismo no se complican tanto las cosas.

¿Qué opina de las constantes protestas y descontento del pueblo?

Ha existido un deterioro social muy grande: no hay empleo, la atención en el área de salud ha decaído, los servicios en las entidades públicas son ineficientes, la corrupción y sobre todo la inadecuada respuesta a todas esas necesidades hacen que la gente proteste. Y eso va tomando una fuerza que es peligrosa y va a ser difícil si no le ponemos cuidado…podría suceder desde paralizar al país y hasta quitar gobiernos como el caso de los indignados. (Se refería  a las revueltas de la primavera árabe.)

¿Qué debe hacer el gobierno para revertir esa situación?

Que los funcionarios públicos se hagan responsables de su gestión…las leyes ya están, las condiciones administrativas están dadas para que se cumplan…es cuestión de actitud…de actitud…para que las cosas se vayan dando…los altos jerarcas deben exigir mása que se cumplan las funciones administrativas.