Fotos porPinarIstek
Conforme desciende cuidadosamente por la empinada pendiente al inicio del Sendero La Joya, usted se verá inmerso en un bosque maravilloso en donde las chicharras cantan y las mariposas revolotean a su alrededor.
El sendero, que abrió recientemente para visitas guiadas, se encuentra en Estrada justo después de Playa Carrillo. Es el resultado de la colaboración entre el Programa de Turismo Sostenible de la Universidad Nacional (UNA) y Carrillo Tours. El recorrido promete dar a los turistas una visión más profunda de la cultura local y la historia mientras la familia comparte anécdotas y Honoria Mendoza Castrillo, de 78 años de edad y propietaria de la finca, ofrece a los visitantes un almuerzo casero típico cocinado en horno de leña.
Desde julio del 2012, con solo machetes, palas y materiales naturales, estudiantes de la UNA de Carrillo y Santa Cruz colaboraron con el diseño y preparación del sendero de 1.8 kilómetros a través de una zona boscosa en la propiedad de 20 hectáreas. El sendero brinda una buena sesión de ejercicios con zonas empinadas, aunque excavaron escaleras en algunas partes. Además plantaron árboles frutales en la entrada del sendero para atraer aves y mariposas, y colocaron rótulos para identificar las distintas especies de árboles y sus usos. El sendero cuenta también con cuatro sitios en donde los visitantes pueden reposar mientras aprenden algo nuevo acerca de la historia del lugar. También hay vistas hacia el mar.
William Juárez, operador turístico de Carrillo Tours, es uno de los nueve hijos de Honoria. Juárez explicó que la propiedad lleva por nombre La Joya por su valor para la familia, ya que fue en esta propiedad que todos nacieron y se criaron en una casita hecha con hojas de palma. Sus padres compraron la primera parte de la propiedad hace ya 60 años por 200 colones y poco a poco fueron comprando más parcelas de tierra para ampliar la finca. Juárez estima que actualmente podría tener un valor cercano a los USD $800,000.
Otro aspecto especial del recorrido es poder aprender sobre los usos de las plantas y árboles. Juárez explicó que cuando era niño no habían hospitales y por lo tanto, tuvieron que aprender a encontrar remedios naturales entre las plantas. Durante el paseo que realizamos, Juárez señaló uno de sus árboles favoritos, conocido como sangrillo. Hizo un corte en la corteza y una sustancia roja, muy parecida a la sangre, brotó. Explicó que esta puede utilizarse para hacer un ungüento para tratar problemas en la piel, como los mezquinos.
El recorrido es de aproximadamente dos horas de duración y tiene un costo de USD $35 por persona. Para más información comuníquese al teléfono 2656-0543 o al 8340-7558.
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