El cáncer de estómago es una epidemia que cada año afecta a aproximadamente 1 millón de personas alrededor del mundo. Desafortunadamente, es especialmente común aquí en Costa Rica. A pesar que Costa Rica es conocido como uno de los países más saludables de Latinoamérica, con una esperanza de vida de 77 años, el cáncer de estómago siempre ha sido la principal causa de muerte en lo que a cáncer se refiere. El problema es que muchas veces el cáncer de estómago no es detectado y cuando es encontrado ya es muy difícil de tratar.
Hasta un 30 por ciento de todos los cánceres están relacionados a una alimentación inadecuada, sin embargo, las buenas noticias son que tenemos el poder de ayudar a controlar el cáncer a través de nuestras decisiones en relación a la dieta y estilos de vida. Diversas investigaciones demuestran que las personas que consumen una dieta basada en vegetales que sea rica en frutas, verduras, granos enteros y pescado, carne y pollo no procesados y en pequeñas porciones, poseen un riesgo significativamente menor de desarrollar tanto cáncer de estómago como muchos otros tipos de cáncer.
En los Estados Unidos, el Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por sus siglas en inglés) aprobó recientemente la siguiente declaración, “las dietas ricas en frutas y vegetales pueden reducir el riesgo de algunos tipos de cáncer y de enfermedades crónicas”. Aunque esto fue propuesto en los Estados Unidos, el mensaje puede ser aplicado en todo el mundo.
La mejor forma de ganar la batalla contra el cáncer inicia con la toma de decisiones sabias acerca de lo que entra a nuestro cuerpo, evitando el exceso de alimentos y sustancias dañinas. A continuación algunas sugerencias específicas.
1. Concéntrese en comer gran cantidad de frutas y vegetales que sean muy pigmentados. Los vegetales de color verde oscuro o amarillos/anaranjados están llenos de fitonutrientes y antioxidantes; dos poderosos combatientes del cáncer. Trate de incorporar a su dieta diaria, calabaza o ayote, zanahoria, papaya y mangos; todos estos poseen gran cantidad de betacaroteno, otro nutriente que estimula el sistema inmune. |
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2. Cítricos. No es ningún secreto que los limones, naranjas y toronjas se encuentran entre las fuentes más ricas de vitamina C, la cual combate los radicales libres en el organismo. Una sola porción diaria brinda importantes resultados. Además de la fruta, utilice un poco de cáscara o ralladura para obtener beneficios máximos.
3. Limite la ingesta de carnes procesadas, ahumadas o en conserva. Las carnes preservadas a través del proceso de curación y las que son ahumadas mediante la adición de nitritos, tales como los chorizos, la tocineta, el jamón, mortadela y las salchichas, están estrechamente relacionadas a los cánceres en el tracto digestivo, incluyendo el cáncer de estómago.
4. Reduzca el sodio en su dieta: el consumo excesivo de sal ha sido identificado como un posible factor de riesgo para el cáncer gástrico. Proteja su estómago limitando la ingesta de sal procesada, presente especialmente en los alimentos enlatados o empaquetados como las papas y galletas de soda saladas. En vez de tomar el salero o el MSG, experimente con hierbas frescas y especias secas, así como con otras formas de sazonar sus comidas que sean libres de sodio, como el ajo seco o fresco y la pimienta cayena.
5. Deje de fumar y limite su consumo de alcohol: ambos son factores de riesgo para la mayor parte de las formas de cáncer y el cáncer de estómago no es la excepción.
6. Busque lo orgánico en lugar de lo convencional: cuando se cultivan sin semillas modificadas genéticamente o sin agroquímicos o pesticidas dañinos, casi todos los alimentos provenientes de una planta proporcionan vitaminas, minerales y enzimas importantes para una buena salud. Los alimentos cultivados con pesticidas han demostrado tener menor cantidad de vitaminas y nutrientes que los cultivados en casa o que aquellos que son cultivados de forma orgánica y por lo tanto, claramente, son la mejor opción. Cuando las opciones orgánicas no están disponibles, son difíciles de obtener o están afuera de nuestro presupuesto, los beneficios nutricionales de los vegetales y frutas cosechados convencionalmente son mayores que el riesgo de los plaguicidas y agroquímicos agregados.
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