El Yoga es para todos – jóvenes, adultos mayores, y todas las personas en el medio. Para los niños, el Yoga puede ayudar a desarrollar su flexibilidad, fuerza, coordinación y conciencia corporal. Su concentración puede mejorar, así como su habilidad de relajarse y sentirse más tranquilos, lo que les ayuda en el manejo de conflictos y el estrés en un mundo que es cada vez más agitado. |
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Más allá de ser un excelente ejercicio, el Yoga es una forma de vida que alienta a los niños a jugar, a conectarse de una forma más profunda con su ser interior y a desarrollar una relación receptiva con el mundo natural que los rodea. Además, estimula su autoestima y la conciencia por su propio cuerpo, fomentando la cooperación y la compasión, en vez de la competitividad.
Habiendo impartido clases de Yoga para mamás y recién nacidos, para niños en edad preescolar, así como para niños en escuelas y colegios, he visto a los bebes reír mientras sus madres les cantaban suavemente desde una posición de yoga. He capturado la atención de niños pequeños con poses de animales durante un paseo imaginario a la jungla. He llevado a niños de siete años en “una alfombra mágica voladora para construir castillos de arena en la playa” durante una visualización guiada del Savasana. He explorado la ética de los “Yamas” & “Niyamas” con adolescentes, para ver como podemos aplicar el conocimiento antiguo y la sabiduría del Yoga a los retos modernos de su vida diaria.
He visto a niños experimentar la descarga de energía y la felicidad del poder inherente de sus cuerpos al pararse de manos o al lograr, por primera vez, alguna otra pose desafiante. Por medio del Yoga, los niños pueden descubrir lo únicos, valiosos y completos que son. Podrán experimentar que la interconexión es un sentimiento y un entendimiento y no solo un concepto. Verán como el autoestima puede surgir al vivir en el presente, conectado a la luz propia y al poder innato del cuerpo. Dicha inteligencia tiene muchas formas. O, como bien dice uno de mis adolescentes Yogis...”la felicidad que siento al hacer algo que realmente me gusta traerá éxito a mi vida. El practicar algo, una y otra vez, no solo me permitirá ser mejor en lo que hago sino que además me enseñará formas en las que puedo mejorar.”
El cuidar de nuestro cuerpo por medio del Yoga mientras aún somos jóvenes y el desarrollar hábitos saludables será algo que nos beneficiará de por vida. Por lo general, las lecciones que nos da la vida no son tan difíciles pero recordarlas puede resultarnos complicado. Por eso se le llama una Práctica. Algo que nos recuerda, día a día, lo increíble e interesante que es la vida, con todos sus “¡yeis!”, “woo-hoos” y “ufffs...” combinados, permitiéndonos aprender y crecer.
Islena Faircrest es madre y maestra de Yoga en Nosara.
Su página en Internet es: www.rooftopeco.com
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