|
|
Mientras las playas de talla mundial de Nosara son los imanes para visitantes y residentes por igual, hay también joyas ocultas en las montañas, como la cascada de la Mala Noche. Esta cascada puede ser encontrada a través de un riachuelo que alimenta al Rio Nosara, a sólo una corta distancia más adelante del Colegio de Nosara, en el pueblo llamado Santa Teresita.
A pesar de que es un poco difícil encontrarla sin un guía, este viaje le dará al viajero una perspectiva sobre la topografía y la historia del área. El propietario de la propiedad, Olger Montiel, ofrece visitas de grupos, donde le podrán contar la historia del lugar en español e inglés. El y su familia han estado en estas tierras por generaciones desde que se mudaron aquí en los años treinta.
Los habitantes más antiguos de la región, los Chorotegas, dejaron atrás un tesoro de artefactos de jade entierrados en las montañas circundantes y algunos de éstos están en exhibición en el Museo de Jade en San José. A principios del 1900, el área atrajo a los "chicleros", los hombres que sacaban la savia de los árboles de níspero para la producción de chicle. Esos árboles están desaparecidos desde entonces, y la mayor parte del bosque primario fue exterminado en numerosos incendios forestales que se esparcían fuera de control cuando estaban limpiando claros, afortunadamente, el último fuego fue hace más de 30 años, aseguró Montiel.
Fueron los chicleros quienes dieron nombre a la cascada, La Mala Noche literalmente, a causa de los insectos que les hacían pasar noches miserables en sus campamentos durante los ocho días de peregrinaje para la cosecha de la goma.
Hoy, por los diferentes senderos a la cascada, uno todavía puede ver unos cuantos árboles antiguos, junto con los potreros y bosque secundario en crecimiento que todavía sirve de refugio para ciervos y gatos salvajes como el ocelote. Los pájaros insectívoros como el pecho amarillo o rojo están en abundancia por aquí también. En la estación de lluvia, que es el mejor momento para ver la cascada llena en su esplendor, se pueden cosechar camarones de río y la posa natural que se forma en las rocas debajo de la cascada, ofrece un refrescante lugar para nadar y excelente escenografía para una sesión de fotos. |