Las huellas en la arena, sus manchas y rayas, su agilidad para trepar y correr a gran velocidad, su mirada intimidante y hasta el llamativo olor de su presencia…han ido desapareciendo.
El “por ahí anda el tigre o león” que decían nuestros abuelos se ha ido silenciando en gran parte del cantón de Nicoya. El número de estos animales que en otras épocas bajaban de las montañas hasta las costas para cazar a sus presas ha disminuido notablemente, tanto así que en la actualidad no se sabe con certeza cuantos hay en la zona.
Lo que si se sabe con seguridad es que están cerca de perderse por completo. Para José Benavides, encargado de vida silvestre del Área de Conservación Tempisque (ACT), los felinos “se ven muy poco por que están en vías de extinción”.
Él comentó sobre una denuncia que recibió el ACT por el caso de un puma negro que fue visto recientemente en los Esterones de Samara. “Un vecino de la comunidad reportó haberlo visto comiéndose un pizote, sin embargo algunas personas entraron en temor y hasta aparecieron cazadores con ganas de matarlo, si el animal no esta haciendo ningún daño”, aseguró.
Recientemente, fuera de Guanacaste un caso llamativo fue el de una pantera muerta en Pejibaye de Turrialba. El animal fue mostrado por imágenes en la red social Facebook decapitado lo cual fue reprochado por cientos de usuarios del sitio.
Laura Brenes veterinaria y funcionaria del Refugio Nacional de Vida Silvestre Ostional, mencionó que los corredores biológicos están limitados, pues cada vez son menos las zonas de bosque, las cuales son el hábitat de los felinos.
Ella recuerda hace un par de años el caso de un manigordo cachorro en Ostional que se encontraba enfermo con miasis (gusanera). El animal fue atendido y llevado al Centro de Rescate Las Pumas en Cañas.
Refugios parecen ser la única opción para felinos
Ante la amenaza de la extinción, los escasos refugios y centros de rescate en la zona de Guanacaste se han convertido en el hogar de no solo muchos felinos sino otras especies de animales en peligro.
Tal es el caso del Centro de Rescate Las Pumas que desde hace 40 años ha sido el hospital y hogar de muchos animales. Actualmente el lugar cuenta con el manigordo, yaguarundi, caucel, puma y jaguar— 5 de las 6 especies de felinos que habitan en Costa Rica.
El Centro cuenta la historia de cada uno de sus huéspedes; tal es el caso de Rafa el jaguar. Este felino fue rescatado de Guatuso, en Upala cuando era solo un cachorro de dos meses de edad. La madre de Rafa fue perseguida por unos cazadores mientras ella estaba cazando ganado en una finca. A pesar de que ella pudo escapar, Rafa no pudo correr con velocidad pues se le clavó una astilla en una de sus patas. Aunque fue capturado por los cazadores, más tarde funcionarios de MINAET lo rescataron y lo llevaron al Centro. Ahora Rafa tiene más de 12 años y pesa 45 kilos.
Otro lugar que brinda ayuda a las especies es La Selva ubicado en Playa Carrillo. El Refugio La Selva tiene 10 años de operar y recibe animales de la zona. Elena Núñez, funcionaria del refugio, recordó que hace dos años le llevaron al lugar dos crías de Yaguarundí que se encontraban heridos cerca de la pista del aeropuerto de Carrillo.
“Hemos visto una reducción de los animales en la zona. El problema es el dinero, pues la gente compra y construye casas para destruir el hogar de los animales”, aseguró.
¿Volveremos a ver a los felinos en su hábitat natural, cazando, trepando árboles en libertad? ¿O será únicamente posible admirarlos encerrados tras una jaula de metal?
Por ahora el futuro de estos animales parece ser el cautiverio, pues quienes deben velar por su conservación no solo les persiguen sino que hasta les han quitado su hogar. |