Tanto en el Gran Humedal Tempisque como en la desembocadura del río, las poblaciones de cocodrilos (Crocodylus acutus) se han triplicado durante los últimos años por lo que estas areas serán intervenidas. Para Laura Porras, académica del Instituto Internacional de Conservación y Manejo de Vida Silvestre de la Universidad Nacional (ICOMVIS-UNA), una de las razones de este aumento en la población es la desaparición paulatina de potenciales depredadores de nidos y neonatos, como coyotes, mapaches, pizotes, monos cariblancos y aves como las garzas reales y el martín pescador.
El país cuenta con lista de denuncias de los pobladores del Gran Humedal Tempisque en contra de los cocodrilos, además de una estadística de ataques de estos reptiles a humanos, algunos mortales y otros con consecuencias traumáticas tanto para el afectado como para la comunidad que conoce de estos hechos.
Como académica, Porras forma parte del Comité Científico Asesor en Vida Silvestre del Área de Conservación Arenal-Tempisque (ACAT), quienes han desarrollado una propuesta de manejo a mediano y largo plazo para los cocodrilos de esta zona. |
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La acción inmediata es la remoción del hábitat natural de individuos machos adultos. “Lo que buscamos es eliminar la presión a lo interno de la población de cocodrilos, así controlamos el desplazamiento de individuos a otros sitios, se minimiza el contacto con los humanos y por ende el riesgo de accidentes”.
En una primera etapa se removerán 60 individuos que presenten alguna de las siguientes características: machos adultos de más de dos metros y medio de longitud que se encuentren en sitios donde su presencia no era habitual, individuos encontrados en los estanques de las empresas acuícolas, aquellos que hayan sido denunciados por la población y que representen un peligro para las comunidades y aquellos dañados físicamente que hayan perdido su capacidad reproductora.
Según explica Porras, esta remoción se realizará por bloques para poder llevar a cabo un monitoreo que determine la pertinencia de la extracción de más individuos. “La idea es continuar con este plan a mediano plazo hasta identificar el momento en que la población se esté acercando a la proporción de sexos biológicamente aceptable de un macho por una hembra”.
Porras recomienda que no intenten remover ni eliminar a estos reptiles por cuenta propia, sino que se comuniquen con el ACAT al teléfono 2277-3598 o al correo electrónico [email protected] para que sean los expertos en este tema, quienes tomen las medidas correspondientes para la seguridad de la población.
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