Según los resultados de un estudio realizado en Guanacaste por universidades en Estados Unidos y Costa Rica, uno de los factores que causan conflictos intensos por el agua en la provincia, es la fricción entre las comunidades, cuyo objetivo es tener un impacto sobre el manejo del agua a nivel local o regional, y un conjunto de instituciones que centralizan el manejo del recurso. Otros factores que complican los conflictos incluyen el desconocimiento de cuánta agua hay disponible para el desarrollo de proyectos y la falta de confianza entre las partes interesadas.
A inicios de la década del 2000, tras un significativo crecimiento poblacional y el boom de los Bienes y Raices e inversión extranjera, quedo claro que Guanacaste había entrado a una nueva era en materia de gobernanza ambiental.
Esta era ha estado marcada por un panorama de conflictos por agua, y si tomamos en cuenta que Guanacaste se encuentra en la región del “trópico seco”, los resultados esperados eran tener distintas presiones en la zona.
Drásticas transformaciones a nivel de paisaje, la creación de grupos y asociaciones rurales que pretenden defender sus fuentes de agua locales y, a menudo la toma de decisiones unilaterales sobre estos recursos por parte de grupos que excluyen a las comunidades, han sido algunos de los factores que ocasionan la fricción que eventualmente ha escalado a grandes conflictos por agua, como fue el caso de Sardinal (ver recuadros).
Estos resultados fueron obtenidos a través de una serie de entrevistas con personas clave de conflictos de agua en la provincia y luego se inserto en un marco con reportes gubernamentales, periódicos y redes sociales informales.
De manera general, los conflictos que han ocurrido en la provincia, como son el caso Sardinal, Nimboyores (Santa Cruz) y Mala Noche (Sámara) han evidenciado las debilidades que existen en el sistema de manejo de agua.
La escasa integración que existe a nivel de cuenca entre actores claves como el AyA y las ASADAs es uno de los factores que obstaculizan el manejo de agua a nivel local. Esto está, además, acompañado por una ausencia de planes de manejo, ausencia de procesos de resolución de conflictos y un pobre flujo de información entre las partes involucradas.
A menudo no hay claridad entre los roles y responsabilidades que debieran asumir esas partes. Además, sus procesos de toma de decisiones sobre recursos locales muchas veces ocurren a puerta cerrada con respecto a fuentes de abastecimiento de agua sobre las que hay un amplio desconocimiento a nivel ecológico.
Por lo tanto, hay falta de confianza entre las partes, ilegitimidad política e incertidumbre. Acciones que han ocurrido en el pasado, como la construcción de acueductos en horas de la noche, el otorgamiento de permisos para proyectos en fechas de navidad y año nuevo y la exclusión de las oposiciones, han provocado una escalada de tensiones que desembocan en conflictos por agua.
Sin embargo, existen oportunidades que permiten aspirar a un manejo más sostenible del recurso en el futuro, y por tanto a una reducción de estos conflictos.
Las nuevas estrategias deben ser dirigidas por esfuerzos que:
- Aprovechen y fortalezcan asociaciones comunitarias ya existentes
- Planifiquen el manejo de las cuencas tomando en cuenta a todas las partes interesadas
- Aumenten las capacidades locales- por ejemplo en las ASADAs
- Inviertan en programas inclusivos de control para conocer mejor los recursos subterráneos
- Promuevan la inclusión de líderes locales y recluten nuevos líderes, quienes desarrollen programas innovadores en universidades.
- Implementen controles para mitigar conflictos antes de que ocurran y tengan la capacidad de resolver conflictos que se desencadenan rápidamente
La transformación para la búsqueda de estrategias sostenibles es un proceso en curso. Los resultados del estudio incluyen una serie de estrategias para que sean las plataformas regionales y comunitarias las que desencadenen el cambio necesario.
Mariel Yglesias y Christopher Kuzdas son investigadores asociados para la Universidad Estatal de Arizona y CATIE. Su trabajo en la región se encuentra en curso y se enfoca en buscar soluciones para el desarrollo y el manejo sostenible de agua en Guanacaste. Para más información puede contactar a: [email protected] |
Introduciendo el acceso al agua como un derecho humano
La propuesta de reforma al artículo 50 (Adición de varios párrafos al artículo 50 de la constitución política para reconocer y garantizar el derecho humano de acceso al agua) que está en discusión en la Asamblea Legislativa, y que busca proponer el agua como un derecho fundamental e irrenunciable es un esfuerzo que debe ir acompañado de acciones concretas a nivel regional y de comunidad para que esta propuesta tenga un alcance real y efectivo.
Caso 1. Conflicto en Sardinal
Años: 2008 -2011
Municipio: Carrillo
Tensiones: alianzas publico-privadas para el aprovechamiento de agua sin considerar a la comunidad, incertidumbre, desconfianza
Historia breve: En enero 2008 estaba por terminarse la construcción de un acueducto que transportaría agua subterránea de Sardinal hasta un complejo turístico en el Coco. Sin embargo, la comunidad fue excluida de este proyecto y estaba desinformada al respecto hasta que se llevó a cabo una audiencia pública con el AyA. Posteriormente, el acueducto fue el escenario de protestas por parte de vecinos preocupados y grupos de oposición. |
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Caso 2.Nimboyores
Años: 2001-2006
Municipio: Santa Cruz
Tensiones: Concesiones para el aprovechamiento de un acuífero por parte de un ente privado en un contexto de compleja legitimidad política, incertidumbre y pobre conocimiento ecológico.
Historia breve: El complejo turístico Meliá Conchal recibió permisos para la construcción de pozos sobre el acuífero Nimboyores, los cuales lo abastecerían de agua. Las organizaciones locales no tuvieron conocimiento de esta decisión., Por lo tanto, la comunidad, dirigida por un conjunto de asociaciones, bloqueó parte de la construcción y presentó quejas formales a las agencias nacionales. Seguidamente, se formó un comité de negociación que incluyó a la comunidad y las agencias nacionales. Las primeras reuniones fueron tensas entre las dos partes y los estudios que respaldaron el proyecto fueron cuestionados por la comunidad. Eventualmente y después de un periodo de negociación, las partes estuvieron de acuerdo sobre el proyecto. Sin embargo el sector privado había perdido interés. |
Caso 3. Mala Noche – Samara
Años: 2002-2012
Municipio: Nicoya
Tensiones: conflictos sobre derechos de tierra y el agua entre la comunidad e intereses privados, usos de la tierra, contaminación, vulnerabilidad
Historia breve: Históricamente el acuífero Mala Noche ha sido el escenario de múltiples tensiones. En los 60s fue impactado por la tala rasa del bosque para el establecimiento de una plantación de teca, la cual causó escurrimiento, sedimentación y daños al acuífero. El conflicto más reciente ocurrió en los primeros años de la década 2000 cuando el complejo turístico Sámara Reefs fue acusado de contaminar el acuífero con aguas servidas. La tensión se elevó cuando además se dio una concesión para transportar agua del acuífero a un complejo turístico para la creación de lagos artificiales. Gracias a la defensa proactiva de grupos locales el desarrollo ha logrado regularse en parte. Sin embargo, las tensiones han escalado en ocasiones y existe falta de confianza entre las partes. |
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