Hay definitivamente algo especial acerca de los caballos, hasta tal punto, que trabajar con ellos puede ser terapéutico. Carrie Anderson ha estado trabajando con caballos casi toda su vida, y ahora ella comparte su experiencia con otros. "Los caballos son muy sensitivos en la naturaleza y tanto que son un excelente calibrador o barómetro cuando se usa de manera terapéutica," comentó Carrie, quien empezó a cabalgar cuando tenía sólo de cinco años de edad y quien tiene experiencia en terapia equina así como psicología.

Carrie y su esposo Eder Espinoza ofrecen clases de equitación y tours de cabalgatas diseñados para acoplar las necesidades e intereses individualmente, desde alguien con una discapacidad como parálisis cerebral hasta una clase de yoga con caballos.

Siempre que alguien venga para una lección, la primera cosa Carrie quiere saber es lo que esa persona quiere aprender. El siguiente paso es que el individuo logre conocer al caballo que cabalgará. Carrie compara el aprender a comunicarse con un caballo con aprender un nuevo idioma: "Los caballos son asombrosos porque son capaces de escuchar nuestro idioma, aunque nosotros típicamente no tendemos a escuchar el suyo".

Ella insta a las personas a poner más atención a sus caballos, para determinar por qué los animales actúan o responden de ciertas maneras. Por ejemplo uno de sus caballos, Sebastián, tiene un poco de artritis, así que Carrie le pone vendas de refuerzo alrededor de sus patas delanteras. El también tiene mala postura, inclinándose en la cadera. Así que ella le hace cosquillas el vientre y le tira de la cola para hacerlo ponerse derecho en su postura.

"Los caballos son maestros maravillosos porque reflejan la energía que reciben de la persona que trabaja con ellos. Por ejemplo, si usted los empuja, ellos le devolverán el empujón, si usted no está concentrado en la tarea que está haciendo ellos también permitirán que su atención sea desviada; de manera opuesta, si usted se relaja y respira, ellos harán los mismo, y si tiene confianza y cree en lo que usted hace ellos harán el mismo esfuerzo", afirma Carrie.

De hecho, conectarse con los caballos puede ser terapéutico para una persona física y mentalmente, y las personas descubren más acerca de sí mismos en el proceso.

Para los hombres especialmente, trabajar con caballos les puede ayudar a ser mejores oyentes. "Los hombres tienden a estar menos conectados con su lado de escucha," explico Carrie, "quieren utilizar los músculos para conseguir resultados, pero los caballos reaccionan negativamente a eso".