Después de intentarlo por quinta ves, la tortuga hembra torció levemente su gran cuello hacia la derecha y cerro sus ojos. Le estaba indicando a Mike que fue aceptado. Mike la toma con suavidad de las aletas frontales y posa sus pulgares en el mismo punto donde usualmente se enganchan las aletas de las Tortugas macho. Sin embargo, Mike no planea quedarse cinco horas sobre ella para poder reproducirse, Mike solo quiere “conversar”.
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Estamos frente a la costa de Ostional, a unos dos kilómetros mas adentro. En el barco de 10 mts hay once personas: siete turistas, el capitán José Morales, dos jóvenes asistentes Cristian y Erick; y nuestro guía y dueño del barco, Mike Pasky. Salimos desde la bahía de San Juanillo cerca de las tres de la tarde y, luego de navegar durante una hora, comenzamos a ver Tortugas por todos lados. Solas o en parejas, rodeadas de atunes o sardinas, ahí están. “A la derecha, por la izquierda, en el frente” nos dice José.
Durante esa hora en que tardamos en llegar al kilómetro dos, mar adentro, Mike nos fue contando la “vida y obra” de esta especie que, pertenece a la lista de las especies en peligro de extinción. Me habían comentado sobre un tour donde se nadaba con Tortugas y, mi honorable sentido de la ecología, me hizo escuchar a Mike con el ceño fruncido. “A las tortugas no se les molesta” pensaba.,“seguro que el ruido del motor les afecta… que tan bueno puede ser para ellas todo esto?, insistía mi consciencia.
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“Muchas veces…en realidad casi todos los días, nos encontramos con una tortuga en problemas. Siempre hay alguna parte de su cuerpo que esta atrapado en una red o tiene un anzuelo clavado, usualmente en la boca. Nosotros las subimos al barco, cortamos la red o quitamos el anzuelo, y aplicamos un antibacterial, pero el mar es el mejor antídoto para curar sus heridas” nos cuenta Mike, agitando sus brazos, actuando como si todo estuviese pasando ahí mismo. “Es que nadie cuida a las Tortugas en el mar” agrega, “nosotros somos de los pocos que salen tan seguido y con los barcos camaroneros que van de aquí para allá durante todo el día y la noche, son las Tortugas y los pescadores la que peor la llevan. Durante los últimos siete años, podría decir que encontramos casi mil Tortugas en problemas y aunque en estos últimos tres meses solo hubieron treinta heridas, siguen estando desprotegidas”.
El capitán y los asistentes, quienes son primos y tíos entre si mismos, me cuentan que ya casi no hay pesca. Las camaroneras andan aspirando el fondo del mar para pescar camarones y langostas dejando nada mas que arena a su paso. Si antes se pescaba cuarenta y cinco kilos de pargo en una noche, hoy en día solo se regresa con diez. Así que para José, la opción de navegar en búsqueda de Tortugas y volver a casa con dinero, es mas apetecible que salir a pescar. Le pregunto si esta contento con este trabajo, si le gusta. “Yo ya trabaje en las camaroneras y también aleteando Tiburón en la isla del coco, tenia doce y diecisiete años respectivamente. Era un chiquillo que no sabia lo que hacia. Ahora si se, y me gusta mucho mas” dice José mientras miramos el atardecer de regreso a la bahía.
Capitan Jose
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Christian and Erick, los assistentes
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Cuando me preguntan si disfrute del tour, recuerdo detalladamente cada segundo del baile en el mar: Mike hipnotizando a la tortuga para que se calme, invitándonos a entrar al agua. “Acércate por detrás” me dice, “tómala por debajo de las aletas y respira sobre su cuello. Así es como los machos logran retener a la hembra para poder copular”. Nado hacia ella, la tomo delicadamente y exhalo sobre su cuello. Ella inclina su cuello hacia la derecha y la magia de la naturaleza sucede. Somos una en la vasta inmensidad del mar.
Para mas información visite – www.paskysadventures.weebly.com
o llama a 2682-8103
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