El toro Malacrianza estuvo el sábado 21 de abril en las fiestas de Playa Garza y como de costumbre asombró a propios y extraños. La fama de este animal es conocida por todo el pais y atrae a las multitudes cada vez que se presenta para las montaderas de toros. Pero ¿alguna vez se ha preguntado quien tuvo la osadia de criar al Malacrianza?
VON se acercó a las fiestas de Garza, donde nació El Malacrianza y aprovechó la oportunidad para conversar con el anterior dueño del toro, el señor Mario Urbina Leal. Él nos contó anécdotas y datos curiosos del animal.
Mario Urbina tiene 77 años de edad y aunque vive en Nicoya, pasa gran parte de su tiempo en Playa Garza.
El toro Malacrianza estuvo el sábado 21 de abril en las fiestas de Playa Garza y como de costumbre asombró a propios y extraños. La fama de este animal es conocida por todo el pais y atrae a las multitudes cada vez que se presenta para las montaderas de toros. Pero ¿alguna vez se ha preguntado quien tuvo la osadia de criar al Malacrianza?
VON se acercó a las fiestas de Garza, donde nació El Malacrianza y aprovechó la oportunidad para conversar con el anterior dueño del toro, el señor Mario Urbina Leal. Él nos contó anécdotas y datos curiosos del animal.
Mario Urbina tiene 77 años de edad y aunque vive en Nicoya, pasa gran parte de su tiempo en Playa Garza.
No siento nostalgia, pero si me alegra volver a verlo por acá, ya él (toro) esta bastante viejo”, comenta. El afirma que el toro ya esta en su edad adulta, aunque recueda como si fuera ayer el momento en que nació.
“El Malacrianza nació el 20 de Julio de 2000. Es hijo de una vaca que era hija del famoso toro el Pichicareto y el padre de él (Malacrianza) era un toro semental que se lo compré a don William Elizondo en Los Ángeles de Tilarán, por lo que este toro es cruzado criollo con semental”,explica
Un dato curioso que relató Urbina es que por esas cosas de la vida, el animal hubiera sido buey en vez de toro de monta.
“Lo vendimos cuando tenía 4 años de nacido, todavía no lo habíamos probado para la monta, mis hijos intentaron enyugarlo cuatro veces y el otro toro que era compañero de yugo solo agachado pasaba, no se dejaba poner el yugo, así que no pudimos hacerlo buey. Fue ahí cuando decidimos vendérselo a Don Uwaldo Rodríguez”, cuenta. |