El domingo 15 de mayo, Alana Peuker Neukirch, de cinco años de edad, se apresuró a salir de su salón de ensayo, ansiosa por comenzar su clase de ballet semanal, para saludar a su instructora, Patricia Vargas Gonzales. Emocionada y lista para bailar, Alana, vestida en su tutú rosado, dio un rápido abrazo a Gonzales y corrió de regreso hacia el interior.
Mientras Patricia se prepara para poner el pelo de Alana en un moño, comentó que incluso el peinado de una bailarina de ballet es parte de la disciplina. Media hora más tarde, dos niñas más de 5 años de edad, se unieron Luvenia Causey y Caterina Beccaria. Con una paciencia y devoción maternal, Patricia preparó el pelo de Caterina, también.
Patricia Vargas González, quien ha estado bailando desde que tenía 5 años, es instructor de ballet de la aclamada Royal Academy of Dance (Real Academia de la Danza). Ella ha impartido clases de ballet por más de 30 años. A lo largo de su carrera, Patricia también bailó en compañías de danza independientes y fue directora del Grupo Curime, un grupo formado por Nago de Nicoya para promover el folklore de Costa Rica en el mundo.
Según la Real Academia, "la danza ayuda a desarrollar habilidades para la vida, aumentando la confianza, la auto-estima, expresión, comunicación y auto-motivación. Mejora la postura y la fortaleza física, desarrolla coordinación y la apreciación de la música, provee nuevos y emocionantes retos y oportunidades de conocer personas con maneras de pensar y gustos similares. "
Gonzales tiene tres escuelas en Guanacaste, ubicada en Palmira de Carrillo (Liberia), Nicoya y Playa Carrillo, pero ninguna tiene un nombre todavía. Gonzales dijo que tiene cosas más importantes de qué preocuparse con sus alumnos que el nombre de la escuela. Las dos primeras escuela ya tienen un año de impartir clases.
Ese domingo 15 de mayo, González tuvo tres niñas de 5 años de edad en su clase. Teniendo la ventaja de distancias cortas entre estas ciudades, los estudiantes pueden asistir a cualquier clase que sea conveniente para ellos.
A pesar de que a las jóvenes bailarinas todavía les resulta difícil a practicar ballet, las tres comentaron que les encanta bailar. Mientras que correr en puntas de pie es el ejercicio favorito de Luvenia, la improvisación y el baile son los preferidos de Caterina y Alana.
Estas escuelas de ballet sin nombre, son grandes oportunidades para las jóvenes de la zona. Nicole Neukirch, madre de Alana, dijo: "Creo que Doña Patricia hace un trabajo muy bueno. Las niñas la quieren mucho. Ella tiene un corazón muy abierto y mucha paciencia. También se toma su tiempo cada vez que las niñas necesitan para prepararse para un evento. Ella da mucho de sí misma. Espero que la escuela vaya a crecer. Es una cosa maravillosa (por tener la oportunidad de aquí). "
Patricia Vargas Gonzales puede ser contactada al 2230 3548 o 2656 0085. |