Tinis Gomar
“No puedo creer que sea una chica”, escuché decir en el agua a un turista masculino mientras miraba a una pequeña Tica balancearse frente a una ola de dos veces su altura, haciendo giros en “S” sobre la verde superficie.
Hace diez años era extraño ver a una surfista femenina en las aguas de Guiones. Hoy en día, ver a una surfista es algo de todos los días.
En América Latina, como en el resto del mundo, el surf siempre ha sido principalmente un deporte de hombres, pero hay un gran número de chicas en Nosara que están cambiando la cara del surf para las generaciones por venir.
Jesenia “Jesse” Alfaro es conocida por ser la primera Tica de la zona de Nosara que surfea en Guiones. El último mes se llevó el primer lugar del Christian Surfer’s Contest en Marbella, superando a todos los hombres y mujeres. Esta madre de 31 años se ha llevado el cuarto, tercer y segundo lugar en distintos eventos del Circuito Nacional de Costa Rica en la división de Abierto Femenino.
Al ser la primera mujer en surfear aquí, Jesse no tuvo otras mujeres a las cuales ver como modelos a seguir. A los 19 años aprendió a surfear de la manera difícil: por medio de prueba y error. “Comencé en una tabla larga, pero era enorme y pesada y eso fue un verdadero desastre”, narró Jesse. Aunque creció en Guiones, nunca consideró surfear hasta que comenzó a salir con un surfista. Afortunadamente, también tiene primos como Pío Ruiz y Tanayo Matarrita, quienes le han enseñado los trucos del surf.
Jesenia “Jesse” Alfaro |
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Jesenia “Jesse” Alfaro |
Además de Jesse, no habían más chicas surfistas de la zona hasta que Francela Gonzáles se mudó a Guiones en el 2004. Eventualmente, las dos se hicieron buenas amigas, compartiendo el amor por un deporte que, de acuerdo a ambas, les cambio la vida.
Originaria de Nicaragua, pero criada en Costa Rica desde los seis años de edad, Francela vio chicas surfeando por primera vez en Jacó cuando tenía 19 años, decidiendo dar un giro de 180 grados a su vida. “Para mi el surf se veía como libertad, y yo quería hacer algo realmente drástico”, explicó.
Mientras crecía en San Carlos, un pequeño pueblo al norte de San José, Francela no deseaba ser como las demás chicas de su pueblo quienes, de acuerdo a ella, se iban a la universidad, regresaban y se casaban para no irse nunca más. Mientras estudiaba Meteorología con una beca en la Universidad de Costa Rica, visitó Jacó durante unas vacaciones de verano y decidió mudarse a la playa.
“Fue la más aterradora y a la vez la mejor decisión que he tomado en mi vida”, comentó. Tres años después visitó Guiones en un día perfecto: con ocho pies y offshore. “Me mudé a la siguiente semana”, exclamó.
Tinis Gomar |
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Tinis Gomar, de 25 años, instructora de surf en Coconut Harry’s, recuerda la primera vez que vio surfear a Jesse en Guiones. “Me inspiró tanto su hermoso estilo”, nos comenta. “Eso fue hace ya ocho años y nunca lo olvidaré”.
Esta atleta innata, que creció patinando y montando a caballo, pasaba la mayoría de los fines de semana afuera de su casa en San José, en la playa haciendo boogie boarding con su familia. Cuando Tinis cumplió los 21 años, cambió su bicicleta por una tabla de surf y, al igual que Francela y Jesse, hizo todo lo que fuera necesario para surfear, incluyendo viajar en bus todos los días a las 5 a.m. de San José a la playa.
Mudarse a Guiones fue justo lo que necesitaba. Ahora Tinis no solo puede surfear localmente o viajar a maravillosos lugares de Costa Rica como Mal País y Hermosa, sino que además le pagan por compartir el deporte con mujeres y hombres que desean aprender. “El surf es un deporte que me hace seguir adelante, cada día representa un reto. Por eso nunca me cansaré de él”, nos dijo. |
Izzy |
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ESCUELAS DE SURF para mujeres
Izzy Tihanyi, fundadora de Surf Diva, la primera escuela de surf solo para mujeres del mundo, abrió una escuela de surf en Nosara en 1998. Fue invitada por primera vez a la zona para enseñar a surfear a una supermodelo que vivía en Guiones. Al igual que la mayoría de las personas, Izzy se enamoró del pueblo inmediatamente.
“Además de las olas, que son tan amigables y atractivas, las personas de este pueblo son increíbles y sumamente amables con las chicas”, explicó. “El ambiente pura vida definitivamente también se siente en el agua”.
El año anterior, Izzy visitó Nosara y se sorprendió al ver cuanto ha subido el nivel del surf que aquí se práctica. “Uno siempre escucha sobre tres chicas en Costa Rica: Andrea Díaz, Brooks Wilson y Lisbeth Vindas, pero las chicas de la zona, como Jesse y Francela, vienen a la carga igual de duro”, exclamó. “Fue tan emocionante verlas entrar en olas gigantescas y surfearlas con tanta gracia y feminidad. Pienso que eso es lo que hace tan grandiosas a las chicas surfistas aquí. No solamente se divierten, sino que además son preciosas y tienen un estilo hermoso”. |
Andrea “Angie” Miranda Seevers, quien se encuentra a cargo de Del Mar Academy, una nueva escuela de surf para chicas en la zona, también piensa que Guiones es el mejor lugar para aprender. Siendo ella misma una Tica que aprendió a surfear al mudarse a Jacó, Angie ve el surf no solo como un excelente ejercicio y un reto, sino también como algo espiritual y una conexión. “El surf me acerca a la naturaleza y nos enseña el respeto por la Madre tierra”, comentó.
“Cuando estás en el agua, viendo las olas formarse, viendo la luz en el agua, los peces, la arena, los colores, es casi más de lo que tu mente puede procesar a la vez. Además, cuando las olas crecen, el océano te enseña que no eres nada”. Por estas razones Angie desearía que más personas de la zona practicaran el surf y, en especial, más Ticas.
“Tal vez aquí el surf aún no es visto como un deporte real”, Angie agregó. “Muchas personas piensan que el surf es solo para vagos que se la pasan en la playa, y no es visto como algo que debe recibir el mismo apoyo que todos los deportes, en especial porque contamos con algunas de las mejores condiciones del mundo para practicarlo. Además pienso que muchas Ticas aún tienen la mentalidad que es más un deporte de hombres.”
Tanto Angie como las demás chicas mencionaron que los hombres de Nosara siempre les han demostrado su apoyo pero, en términos generales, el surf es un deporte caro.
Andrea “Angie” Miranda Seevers |
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Francela y Jesse fueron voluntarias el año anterior con Surf Simply, quien tenía un programa para enseñar yoga y surf a los niños de la zona. “Habían muchas niñas y realmente lo disfrutaban, pero luego se detuvo”, explicó Jesse.
Con un ingreso promedio de $500 por mes, para la mayoría de las familias de Nosara el surf es extremadamente costoso. Las tablas usadas rondan los $300, y el transporte entre el pueblo y la playa no siempre es fácil.
En general, todas las mujeres que fueron entrevistadas expresaron un gran interés en dar ayuda a las generaciones de niñas jóvenes. Desde brindar lecciones de surf de manera voluntaria hasta moldear tablas para niños, todas indicaron que comenzarán a hacer distintas cosas en un futuro cercano con el fin de atraer a más niñas de la zona al agua.
Sin embargo, en lo que todas estuvieron de acuerdo, es en que odian el comentario “ella surfea como un hombre”.
“¡Chicas, surfeen ahora! Están al mismo nivel que algunos de los hombres, y son agraciadas, bellas y poderosas”, mencionó Francela. “Cuando alguien me dice que surfeo como un hombre, les digo ‘No, no lo hago. Me enorgullece surfear como una mujer.’”
Francela
Para mas fotos visite Nosara Shack aqui - www.nosarashack.com
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