Comercios y residentes de la zona llevaron más de 100 artículos a la actividad de recolección de desechos electrónicos realizada el sábado 14 y domingo 15 de julio. Dicha actividad fue patrocinada por el Hotel L’Acqua Viva, Nosara Sostenible y la Cámara de Turismo de Nosara.
Al terminar el fin de semana, Randall Cortés, gerente del hotel y coordinador del proyecto, había acumulado nueve torres de computo, 20 fuentes de poder, 12 impresoras, más de 30 teclados, seis monitores, dos reproductores de DVDs, una unidad de disco duro, un proyector, una máquina de fax y varios tableros para circuitos y mouses de computadora en el sala de entrenamiento del hotel. Todos estos objetos fueron transportados hasta un centro de acopio para desechos electrónicos en Carrillo llamado “Bodeguita”, propiedad de la empresa costarricense Grupo Trisan.
Los 18 donantes incluyeron residentes particulares y distintos comercios. Matt Hazelton, del Hotel y Restaurante Gilded Iguana, quien contribuyó con una oxidada máquina de fax con cinco años de uso, una impresora vieja y varios teclados usados, afirmó que trajo las “cosas viejas” que estaban en su bodega.
“He leído que llevar computadoras y otros artículos electrónicos al botadero no es bueno para el ambiente, así que he estado guardando estas cosas, esperando la oportunidad de llevarlas a una recolección de desechos electrónicos”. |
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Hazelton aseguró que si la comunidad realiza otra colecta en el futuro, con toda seguridad traerá más desechos electrónicos.
Los productos electrónicos poseen gran cantidad de metales y aleaciones que no pueden reciclarse en botaderos convencionales. Grupo Trisan, una empresa certificada a nivel internacional con la norma ISO 14000 para la recolección de dispositivos electrónicos no utilizados, se encarga de la recolección, clasificación, evaluación y embalaje de los aparatos electrónicos desechados para luego exportarlos a centros de reciclaje en Europa y Asia.
John Varela, director de Desarrollo Comercial para Pacific Corporate Solutions, empresa recolectora de desechos electrónicos, describió a VON el significado del “procesamiento” dentro de la industria de desechos electrónicos.
Las principales compañías recicladoras cuentan con enormes instalaciones automatizadas con bandas transportadoras que clasifican los productos electrónicos. Luego los artículos son desensamblados para separar el vidrio, plástico, las aleaciones y los metales. Cada componente se pulveriza y empaca en un nuevo lote antes de ser revendido en el mercado de materias primas secundarias. Por ejemplo, las CPUs contienen aluminio, oro, plata y mercurio, además del plástico que encierra el dispositivo. Los materiales se reciclan para venderse nuevamente para la fabricación de computadoras y tableros para circuitos nuevos, entre otros usos, explicó Varela.
Cortés afirmó que le tomó mucho tiempo encontrar una empresa certificada que aceptara desechos electrónicos, señalando que recién encontró una en Escazú que acepta cartuchos de tinta vacíos. “Así podremos agregar cartuchos de tinta a la lista de los objetos que aceptaremos la próxima vez”, dijo. El se mostró satisfecho con la cantidad de objetos recolectados durante el primer evento, así como con la participación de la comunidad en general.
Hayleen Aguirre, gerente de la sucursal del Banco de Costa Rica en Nosara, explicó que el banco apoya el proyecto contribuyendo con el transporte de los materiales. “Vemos esto como una oportunidad para apoyar el desarrollo de la comunidad. Este tipo de reciclaje es muy especializado y no es fácil deshacerse de este tipo de productos”.
Cortés explicó que la siguiente recolección de desechos electrónicos deberá realizarse durante la temporada alta, “cuando la mayor parte de las personas están aquí en sus casas, por ejemplo, en febrero. He escuchado de otras personas que tienen computadoras viejas en sus casas pero no pudieron estar aquí esta vez”.
Conforme cada una de las personas se acercó a dejar sus cajas polvorientas llenas de monitores desechados y teclados rotos, Cortés les ofreció a cambio un arbusto de Sen para plantar en su propiedad. “Tenemos una responsabilidad, como parte de la comunidad, de dar algo a cambio”, afirmó. “Este es nuestro hogar y debemos cuidarlo”.
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