"No se preocupe, va a ver que después de sobarlo queda como nuevo", dice la abuela al muchacho. Después el joven comienza a sentirse mejor. Y a contarlo a otros, muchas personas terminan dando fe de los beneficios de y llega a ser una creencia popular. Pero ¿son los remedios caseros y las creencias populares realmente ciertos?

La medicina moderna es producto de la necesidad y el deseo de curar para obtener salud pero, a diferencia de las creencias o prácticas tradicionales, esta es el producto dela investigación y de gran cantidad pruebas. Sin embargo, alrededor del mundo, muchos creen y ponen en práctica gran cantidad de costumbres populares que para ellos son la forma más "rápida, sencilla y económica" de curarse.

Aquí aclaramos algunas de las creencias más comunes:

1. Creencia: Para no quedar embarazada, hay varias opciones tradicionales, desde darle tres vueltas a la cama antes de tener relaciones sexuales hasta ponerse esponjas dentro de la vagina, no comer cebolla, no sentarse en inodoros sucios o tomar agua de pipa después de tener relaciones sexuales. Realidad: Todo lo anterior NO funciona. Una mujer queda embaraza cuando tiene relaciones sexuales durante sus días fértiles (cuando esta ovulando). Existen varias formas seguras de prevenir un embarazo: los anticonceptivos de barrera (como los preservativos), hormonales (pastillas anticonceptivas) y el ritmo (no tener relaciones sexuales cuando la mujer está ovulando, entre otros. Recuerde que ninguno es 100% seguro. Además, ninguna de las creencias anteriores le protegerán contra las enfermedades de transmisión sexual.

2. Creencia: Para una quemadura o herida, coloqueclara de huevo, talco, harina fría, tomate, mantequilla, café, tierra, manteca, pasta de dientes, aceite, sábila o miel.

Realidad: NUNCA debe poner nada de lo anterior al momento que ocurre una herida o quemadura; hacerlo puede interferir en el momento que estas sean evaluadas por su médico. Recuerde que según la forma y con lo que se cause la herida o quemadura, distintas capas de piel o incluso el músculo quedan expuestas. Si usted coloca algo encima, lo que hace es aumentar el riesgo de infección. Lo correcto en una quemadura es colocar la zona afectada debajo del agua durante 5 minutos, retirar cualquier cosa que esté en contacto con esta, cubrirla con una sábana limpia y acudir al centro de salud más cercano..

3. Creencia: Tomar agua helada engorda porque el frío del hielo enfría la grasa del cuerpo y la endurece. Realidad: Falso. Si bien el agua fría dificulta la digestión y la hace más lenta, incluyendo la digestión de las grasas que comemos, lo que engorda no es el agua ni fría ni caliente, sino el exceso de grasas, azúcares y carbohidratos.

4. Creencia: Si estas embarazada y vas afuera cuando hay luna llena o durante un eclipse, el bebé tendrá la piel manchada.

Realidad: Falso. Las manchas en la piel o hemangiomas no están relacionados en forma alguna con la actividad lunar.

5.Creencia: Si una mujer se corta el cabello, toca una tijera de acero o abre la refrigeradora durante la cuarentena, se le secará la leche materna. Realidad: Falso. Ninguna de las situaciones anteriores provocará que su organismo no secrete leche materna y que, por lo tanto, usted no pueda seguir amamantando. La mujer dejará de producir leche materna cuando el niño deje de consumirla y por lo tanto esté ausente el estímulo o mediante un tratamiento farmacológico.

6. Creencia: Para curar el hipo, coloque un hilo o un pedazo de papel húmedo sobre la frente de la persona.

Realidad: Falso. El hipo es un espasmo repetitivo del diafragma. Un hilo o un papel en la frente no alteran o influyen en forma alguna sobre el diafragma. Sin embargo, un esfuerzo de tipo respiratorio, un sobresalto o un susto logran que el diafragma se contraiga rápidamente y con esto desaparece el hipo.

7. Creencia: Para curar el asma en niños se les debe frotar el pecho con grasa de gallina, envolverlos en papel o en periódico y no bañarlos al día siguiente. También se les puede dar a tomar sangre fresca de huevos de mono congo.

Realidad: Falso. Ninguno de los remedios anteriores puede curar el asma. Al estar esta enfermedad caracterizada por una inflamación crónica de las vías aéreas, su tratamiento es complicado ya que abarca muchos mecanismos patológicos. Sin embargo, esto no quiere decir que, al frotar a los niños con algún tipo de ungüento, estos no puedan sentir cierta mejoría en los síntomas asociados con el asma.