El pueblo de Nosara ya cuenta con un espacio de encuentro multicultural donde se aprende divirtiéndose de las diversas actividades de interés relacionadas con el arte. Se llama "Alas de Arte".

"Alas es esa sensación de libertad de arte que uno tiene cuando es niño, que lo tiene incluido en su cuerpo y no necesita pensar. A través del arte se aprende todo. Para los niños el arte es algo cotidiano— ellos están todo el tiempo dibujando, pintando, jugando con su cuerpo", dijo Maya Sol Gutiérrez Barbier, fundadora

Las puertas de la casita están abiertas al público con la idea de cubrir las necesidades donde niños, adolescentes y adultos de la comunidad puedan desarrollar sus capacidades artísticas ocultas. Alas de Arte da su espacio para talleres de estimulación temprana, percusión, guitarra e inglés.

Los talleres tienen diferentes horarios y edades. El taller de estimulación temprana es de lunes a viernes de 8 am a 12 mediodía con niños de edades entre 2 a 4 años. Se les enseña música, yoga, inglés, arte, pintura, dibujo, educación física e iniciación a la lectura.

Los miércoles de 5 pm a 6 pm, los niños pueden acompañar a los adultos al taller de percusión para que compartan y pasen un rato entretenido. Además, se abrirán clases de guitarra para niños mayores de 9 años en adelante; el día y la hora están por confirmarse.

Para Gutiérrez, el enfoque esta en el desarrollo del carácter de los niños y la coordinación corporal, promoviendo una autoestima alta y enseñándoles a pensar creativamente, fomentando la confianza, la capacidad de tomar decisiones y a que presten más atención al espacio físico que los rodea.

Alas de Arte busca ofrecer un ambiente sereno donde no hay competencias académicas ni sociales ni discriminación en cuanto a la participación. El objetivo es que cada niño se siente importante, útil, feliz y único, según María Jose Gonzalez Ciliano, presidenta de la Asociación Alas de Arte.

Alas de Arte es una casa de cultura sin fines de lucro administrada por la Asociación Alas de Arte, que está integrada por padres de familia reunidos por un mismo interés. Algunos de los niños que asisten a los talleres dan una cuota voluntaria y la otra parte son estudiantes becados o sus padres están prestando algún servicio a la casa cultural y se intercambia.