Andrea Miranda tiene una presencia que inevitablemente llama la atención. Alta, fuerte y con ojos verdes que cautivan con solo fijar la mirada, gira su bicicleta en dirección a la playa sobre la calle principal de Guiones. Y conocerla un poco más es igual de sorprendente.
Dueña de un negocio, entrenadora, surfera, atleta... todos estos títulos le quedan a Andrea. Ella utiliza esas cualidades para ayudar a otros hombres y mujeres a encontrar a sus propios “atletas interiores”--ya sea a través de la escuela de surf (Del Mar Surf Camp) de la cual es propietaria, o en una de las clases de "Fit 2 Rip" que dirige tres veces por semana.
En el 2010, Andrea (conocida como Angie) abrió una sucursal Del Mar Surf Camp en Nosara. Del Mar es más conocido por sus campamentos de surf sólo para mujeres, pero ahora ofrecen campamentos mixtos para principiantes e intermedios, en parte porque "muchas mujeres la pasaron tan bien que querían volver y traer a sus esposos o novios," explica Angie. |
|
|
Una cosa que distingue el campamento es que es administrado por mujeres y se centra en el surf femenino, aunque también tiene instructores masculinos y se centra en experiencias eco-amigables y en la cultura auténtica de Costa Rica.
Si hoy se encuentra con Angie, lo mas probable es que asuma que creció surfeando las olas. Se equivoca.
Regresemos atrás unos cuantos años. La primera vez que Angie trató de surfear fue a los 15 años, y no pudo. Regreso a la ciudad capital de San José, donde creció, y a los 22 años se trasladó a una playa del país. Ella trató de surfear otra vez, pero nuevamente no pudo.
Luego de haber estudiado hotelería, se trasladó a Nosara para trabajar en un hotel local. Como gerenta, dice que disfrutó de su trabajo pero, "me encontré deseando tener mas tiempo para otras actividades," incluso más tiempo para disfrutar del océano y darse otro chance para aprender a surfear. Así fue que Angie comenzó a surfear diariamente en octubre del 2009.
Para el día de hoy, ella “rompe” las olas, cambió de carrera y esta a cargo de la nueva sucursal en Nosara de Del Mar Surf Camp.
"Si pudiera volver el tiempo atrás, habría aprendido a surfear a los 15," Angie afirma sonriendo. "Pero tal vez tuve que aprender cuando era mayor para poder comprender mejor a las mujeres que llegan a mis campamentos y me preguntan si 'es demasiado tarde para aprender', ahora puedo decir: ‘No, no es demasiado tarde, yo aprendí a los 29."
"Tener a Del Mar es una gran parte de mi vida. Las cosas empezaron a fluir inmediatamente. Me siento agradecida por todo."
|