A raíz de los fuertes aguaceros de la semana anterior provocados por el paso de la tormenta tropical Tomás, las fuentes de agua de nuestro país se han visto afectadas y se han contaminado. Nosara y las zonas aledañas no son la excepción, por lo que aquí enumeramos algunos consejos que deben ser puestos en práctica durante estos días:

• El agua contaminada con bacterias y parásitos puede verse limpia ante nuestros ojos. La falta de agua potable puede provocar diarreas que, de no ser tratadas prontamente y con suficiente hidratación, pueden provocar la muerte, sobretodo en niños pequeños y ancianos.
• Tenga cuidado ya que durante las crecidas, el agua que usamos regularmente se puede contaminar con aceites, gasolina o desechos provenientes de los desagües.
• ¿Cuales fuentes de agua puede tomar sin problema? El agua embotellada, agua hervida (en tan sólo 1 minuto se mata la mayoría de los microorganismos) o tratada (disuelva 6 gotas de cloro común en 1 galón de agua y déjelo reposar por al menos 30 minutos).
• No utilice agua contaminada para hacer hielo, lavar platos o alimentos, para lavarse los dientes ni para cocinar.
• Si usted ha estado o se encuentra sin servicio de agua potable, al reestablecerse el servicio continúe hirviendo el agua por al menos 5 días para así evitar los efectos de la contaminación durante su estancamiento.
• Lave con agua clorada los recipientes en donde va a almacenar agua. Recuerde siempre taparlos para que no se contaminen y evitar la propagación de criaderos del mosquito del dengue.
• No olvide el lavado de manos antes de consumir cualquier alimento. Hágalo siempre con agua limpia y con un jabón antibacterial.
• Después de una inundación, desinfecte muy bien los pisos y todas las superficies que estuvieron en contacto con el agua. Deseche la comida que estuvo en contacto con esta.

Después de las inundaciones y en periodos de escasez de agua potable es frecuente la aparición de enfermedades infecciosas, especialmente si no se práctica una higiene adecuada o cuando muchas personas deben convivir en albergues o zonas cerradas. Protejamos a nuestras familias manteniendo todo lo más limpio posible, poniendo en práctica el lavado de manos y consumiendo únicamente alimentos y agua que estemos seguros no están contaminados, ¡ante la duda mejor evitarlos!