La última vez, el agua se arremolinaba por encima de su cintura cuando el ciclista Adrián Bonilla de Cartago cruzó el Río Oro, ubicado entre las comunidades del Carmen y Estrada, con la ayuda de una cuerda durante la competencia anual de bicicletas de La Vuelta de la Soledad. Este año, el río poco profundo no fue un problema. Bonilla y Enrique Artavia fueron el primer equipo de la categoría Elite, en cruzar la línea de meta en Carrillo a las 10:20 am el sábado, 14 de mayo.

En años anteriores, la carrera tuvo lugar en octubre, durante la temporada de lluvias, cuando el río estaba crecido. Sin embargo, para el 2011 la competencia fue realizada del 13 al 15 de mayo, con tres categorías de más y una participación mucho más alta. El coordinador del evento, Luis Cubero Vásquez, dijo que este año  compitieron 1050 ciclistas, 290 atletas más que en el 2010. El cambio en el clima también permitió a los ciclistas terminar la carrera media hora más rápido este año.

El evento principal del sábado fue completar un circuito de montaña de 58 kilómetros en bicicleta desde Carrillo a través de ciudades como Estrada, Camaronal, Punta Islita y Pueblo Nuevo. Los ciclistas compitieron en equipos de dos en las siguientes categorías: Elite (para profesionales), Abierto (para los equipos cuyas edades combinadas no son más de 60 años), de 60 años y más (las edades combinadas de los dos ciclistas es igual a 60 o más), 80 y 90.

Aunque el cruce del río era menos complicado este año, los competidores tuvieron que lidiar con otras dificultades, como el polvo, rocas sueltas, lesiones por caídas, algunas cadenas rotas y, sobre todo, el calor, que no se dio tregua hasta que empezó a llover alrededor de las 12:30.

Randall Aguilar Quesada, de Cartago, cayó a mitad de carrera cuando un niño lanzó una rama golpeando el marco de la bicicleta. Sangrando y con moretones, Aguilar inmediatamente tomó su bicicleta y siguió la carrera, logrando terminar segundo en la categoría 60.

Federico Ramírez, quien terminó segundo en Elite junto a su compañero Moisés Hernández, estuvieron de acuerdo que el evento realizado en mayo fue mejor ya que pudieron cruzar el río, aunque la competencia tuvo más desafíos, con algunos de los mejores ciclistas del país participando. El calor hizo estragos, y Ramírez dijo que no se sentía muy bien después de terminar la carrera.Otras actividades incluyeron un concierto y ventas de comidas para apoyar la construcción de la iglesia católica en Carrillo. También incluyo una carrera en bicicleta para los niños, y el domingo 15 una carrera de ruta a lo largo de un circuito de 22 kilómetros entre Carrillo, Samara y Estrada.

Cubero Vásquez dijo que la competencia del próximo año también se llevará a cabo en el verano, quizás abril o mayo.