Lo vemos una y otra vez en la pantalla grande. Dos personas se conocen y, así nada más, se enamoran. Esto puede resultar atractivo para la industria del entretenimiento pero el amor pasivo a primera vista es con frecuencia una señal de obsesión o simplemente una fuerte atracción. La típica historia de amor y romance nos hace perder la cabeza y nos da felicidad. Pero esta definición popular exagerada brinda una representación poco realista del amor.
El verdadero amor es otra historia.
Para que el amor se mantenga y logre resistir el paso del tiempo, el enfoque romántico pasivo no funciona. Para conseguir y mantener el amor debemos redefinir el significado de la palabra amor. Ver el amor como una acción y no como una emoción o sentimiento fuerte es clave. La acción de amar está compuesta, en parte, por la acción de dar a los demás de manera compasiva y considerada. Y amar incondicionalmente significa aceptar a la otra persona tal y como es. Es verlos sin el filtro del querer o necesitar algo de ellos. Es abandonar los deseos propios acerca de como deberían o no ser.
En su libro El arte de amar, Erich Fromm, conocido psicólogo alemán, describe los cuatro elementos del amor: cariño, comprensión, sabiduría y respeto. Postula que el amor verdadero es fomentado a partir de la acción creativa entre dos personas. Además, Fromm sugiere que es prudente dejar nuestras altas expectativas con respecto al ser amado y al amor mismo: “No existe actividad o iniciativa alguna que comience con tantas esperanzas y expectativas y que, sin embargo, falla tan frecuentemente como el amor”, afirma Fromm.
En su estudio de matrimonios exitosos, Judith Wallerstein, escritora del libro El buen matrimonio: ¿Cómo y por qué dura el amor? (The Good Marriage: How and Why Love Lasts), observó que quienes tienen más éxito en el amor dan mayor valor a las cualidades morales de su pareja. Los lazos o unión que surge al presenciar el bien en otra persona y apreciar a esta persona y sus elecciones es una señal clara de una relación exitosa.
Aunque la atracción, una personalidad atractiva y otras cualidades positivas pueden ayudar a establecer una conexión inicial fuerte, para formar vínculos más profundos, aquí una lista de las cosas más importantes para establecer y mantener una relación sana y exitosa.
- Apreciar la bondad, los valores y la ética de la otra persona.
- El respeto hacia nosotros mismos y hacia nuestra pareja, dando a cada uno tiempo para dedicarse y participar de intereses propios, así como el compartir suficiente tiempo como pareja.
- Dar a los demás y cuidarnos a nosotros mismos es esencial en cualquier relación.
- Reconocer que las relaciones no siempre son perfectas y requieren gran cantidad de “trabajo”, atención y la voluntad de resolver conflictos mediante una comunicación clara.
- Mantenerse comprometido y seguir adelante en los momentos difíciles y rutinarios.
Estos son los ingredientes que nos aseguran el camino hacia el amor verdadero. |