No es ningún secreto que el estar cerca del océano es uno de los mejores antídotos para el estrés. Muchos de nosotros sentimos una sensación de libertad total al encontrarnos ante el cielo abierto y el horizonte infinito y por eso venimos al mar. Con frecuencia la extensión del océano invoca una quietud en la mente ya que es inevitable detenerse y escuchar el ritmo de la naturaleza. Y es aquí cuando nuestros sentidos están totalmente comprometidos. Los colores del amanecer y del atardecer danzan sobre las olas y se reflejan en la arena. El aroma del aire salado es fresco, limpio y prometedor. Cuando las olas rompen y se retiran nuevamente, su sonido y movimiento imitan los de la respiración, liberando iones negativos y provocando una sensación de bienestar. Se ha demostrado que esta ionización negativa aumenta los niveles de serotonina a nivel cerebral, impactando de manera positiva todos esos sentimientos que preferimos evitar o para los cuales tomamos pastillas para "repararlos": la ansiedad, depresión, el miedo, nuestra sensación de dignidad y la fatiga.

Cuando nos encontramos en la ciudad, alejados del mar y la naturaleza, los iones positivos o las partículas cargadas eléctricamente de los cables de alto voltaje, la radiación y un sin fin de químicos dañinos que se encuentran en el ambiente llenan el aire, acelerando el daño celular y desempeñando un papel fundamental en el proceso de envejecimiento. Para ponerlo en palabras simples, estar cerca del mar es bueno para nosotros.

Además, se considera que el océano también es un "remedio natural" para muchos padecimientos físicos. En términos científicos, no existen estudios que "prueben" estos beneficios para la salud sin embargo, la mayoría de nosotros hemos sido testigos o hemos experimentado las potentes propiedades curativas luego de nadar en el mar. Por algún motivo las heridas sanan más rápido. Y no solo para las heridas simples, se ha demostrado que el agua salada del océano acelera el proceso de curación en condiciones inflamatorias, psoriasis, eczema, artritis, edema y linfomas. ¿Que es lo que tiene el mar que beneficia al organismo fisiológicamente? Es algo en la sal, los minerales o algas del mar que ofrecen poderes curativos. Lo más probable es que sea una combinación de estas tres propiedades que, al unirse, se absorben internamente, ayudando a reestablecer de forma natural el balance y funcionamiento a nivel celular.

La salud del cuerpo humano se fundamenta en gran parte en los minerales, los cuales tienen entre sus principales funciones la de estabilizar los fluidos corporales. Se ha dicho que el agua de mar contiene hasta 85 tipos de minerales, y que estos tienen una correlación positiva con el balance mineral en nuestros fluidos corporales. También se ha sugerido que la composición del líquido amniótico es similar a la del agua de mar. Y para muchos de nosotros, al meternos al mar y flotar, surfear, nadar o tan solo entregarnos al movimiento, se siente como si estuviéramos nuevamente en el útero materno; un sitio en donde fuimos protegidos y nutridos con total sustento y sin ningún esfuerzo.

Al ser "sostenidos" por el agua nos sentimos livianos y libres para flexionar y doblar nuestro cuerpo en formas que con frecuencia son difíciles en tierra. Aproximadamente el 71% de la superficie terrestre está compuesta por océanos y aproximadamente la misma cantidad de agua se encuentra en el cuerpo humano.

Para muchos de nosotros el océano es fuente de inspiración, paz y un sitio en donde construir fortaleza mental y física. Es un lugar que atrae a chicos y grandes, a escritores, artistas, surfistas, nadadores y a aquellos en busca de completa soledad. Pero no debemos olivdar que para que el océano se mantenga como un sitio de sanación, es imprescindible cuidarlo y "sanarlo" para que continúe siendo una poderosa fuente de nutrición e inspiración física y emocional para todos.