En una montaña cerca de Garza. Uno de los puntos mas críticos donde todos necesitaron ayuda para salir de este lugar ya que estaba
demasiado húmedo y el barro y la vegetación hacían casi imposible avanzar. En la foto aparecen un grupo de endureros que llegaron de
San José.

No importa el deporte que usted quiera practicar, Nosara nunca le quedará mal si hablamos de subirse en una motocicleta y practicar Enduro. Sin duda alguna usted quedara más que satisfecho.

Después de luchar contra el lodo y los obstáculos y una vez que ya no tenga fuerzas para seguir adelante, dirá "no lo puedo creer, fue un día increíble,”y aunque golpeado y adolorido no dejará de sentir que esta lleno de vida. Eso es lo que vivieron los 50 motociclistas que se lanzaron a la aventura del Enduro el sábado 20 de octubre en Nosara. El 50% de los participantes eran nosareños el otro 50% llegaron desde Hojancha y San José. La actividad fue organizada por la Iglesia Católica que está tratando de recaudar fondos para la construcción de un nuevo templo, ya que el actual templo fue dañado por el terremoto del 5 de setiembre pasado.  La carrera inició a las 10 a.m y partió de la estación de gasolina de Nosara. Los motociclistas salieron elegantes, impecables y ansiosos por ir en busca de la aventura, sabiendo que en cuestión de segundos estarían llenos de barro. Con el ruido ensordecedor de sus motores se encaminaron al sector montañoso, primero hacia San Juan, bajando a las Delicias de Garza, luego subiendo a Zaragoza, Los Ángeles y descendiendo a Pueblo Nuevo de El Silencio, atravesado ríos y los mas difíciles senderos, llenos de obstáculos y pendientes casi imposibles de superar.		El nosareño Luis Saiden López (adelante) en su paso por Las Delicias
		En montaña cerca de Garza, se puede ver como los motociclistas ayudan a otros a salir de los atascos

Solamente el trabajo en equipo y la gran habilidad de los pilotos hicieron posible salir de estos inaccesibles lugares.

Una vez en El Silencio, tomaron un descanso y regresaron a Nosara por una ruta no menos difícil.

El Enduro es un deporte extremo. Se trata de conducir una potente motocicleta por improvisados senderos, pendientes muy pronunciadas, esquivar piedras, troncos, árboles, arbustos, animales, ríos y que en muchos casos, no existe siquiera una trocha, sino que simplemente se debe hacer camino.

En un recorrido en el que no se sabe nunca que vendrá, se viaja a gran velocidad y el piloto debe improvisar en todo momento y lanzarse sin pensarlo dos veces. Casi no hay espacio para decidir que hacer y en muchas situaciones la única opción es meter el acelerador hasta el fondo y evitar hasta el extremo de no perder el control de la motocicleta.

Lo que si es seguro en este deporte son el compañerismo, las caídas, los golpes, el embarrilarse y el sentir siempre la adrenalina en sus venas.