Los 495 usuarios afiliados a la Asociación Administradora del Acueducto y Alcantarillado de Nosara (ASADA), vieron disminuir el monto de su recibo de agua a partir del mes de enero ya que la ASADA tuvo que aplicar las tarifas oficiales que rigen para los todos los acueductos rurales, establecidas por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP).
La resolución de la ARESEP RRG-2912-2002 del 20 de diciembre del 2002, había permitido cobrar una tarifa básica de ¢19.418 y ¢239 por metro cúbico adicional después de los 16 metros cúbicos consumidos y $350 por nuevos servicios. Ahora con las nuevas tarifas, cada usuario debe pagar ¢2.050 de tarifa básica, ¢110 por metro cúbico adicional y ¢96.705 (unos $170) por una nueva conexión – de acuerdo a la tabla de cantidad de usuarios. El precio de la conexión incluye el costo de la prevista, que va de la red principal o colector a la propiedad del cliente.
Sin embargo, la ASADA ha venido cobrando desde el 2006 entre $1.500 y $7.000 por una nueva conexión o “paja”, esto de acuerdo a una tabla llamada “Fórmula de Impacto Ambiental” que ellos han construido. La tabla busca estimar el costo del impacto de un nuevo desarrollo sobre el sistema y cobrar de acuerdo a esto. Rick Walker, presidente de la ASADA, dice que “hemos creado la fórmula para que se aplique un mismo criterio a todos los clientes por igual, y no como se hacía anterior al 2006 donde los precios de la tasa de Impacto Ambiental eran arbitrarios”. Esa tabla, que según la ARESEP no esta autorizada, se toma como referencia para el cobro de la prevista, dependiendo del tamaño del edificio y la cantidad de habitaciones.
Walker señaló que a través de los recursos generados con ese cobro – fórmula de impacto ambiental –, la Asociación ha invertido desde el inicio de la recaudación en el 2006, $411.000 en infraestructura.
Carolina Mora, Periodista de la ARESEP, indicó que en el 2002 la Asociación Cívica de Nosara (ACN), se desempeñaba como acueducto privado, mediante la resolución 258-A-91 del 23 de julio de 1991, y que utilizaba tarifas que ellos mismos fijaban, pero luego se convirtió en Asada y, desde ese momento, tenían que ajustarse a las tarifas autorizadas.
La decisión de la ARESEP se resolvió en noviembre pasado, luego de una consulta de un usuario nosareño, sobre el cobro elevado de las tarifas y que sugería que esa ASADA tenía que ajustarse a las tarifas establecidas por ley.
Mientras tanto, para poder cubrir con los costos de proveer el servicio de agua en Nosara, la ASADA pidió a todos los usuarios que de forma voluntaria, continúen pagando adicionalmente a las tarifas oficiales un aporte comunal que no es obligatorio. Hasta el 20 de enero, 395 usuarios decidieron contribuir con el aporte, el resto se rehusó a darlo o ya había pagado anteriormente el viejo importe.
Preocupado, Walker dijo que de si la contribución voluntaria no es pagada, la ASADA se podria ver forzada a suspender varios proyectos de inversión, incluyendo la excavación de un nuevo pozo y la construcción de un tanque nuevo. La ASADA podría incluso verse obligada a reducir la cantidad de plomeros de su personal, poniendo en peligro la reputación de dar un buen servicio, según Walker.
“Las Asadas han tenido ajustes tarifarios importantes, para que puedan invertir en obras. Sin embargo si la ASADA ve que tiene gastos importantes y muy elevados, lo que debe de hacer es pedir autorización a Acueductos y Alcantarillados (AyA) y solicitar un ajuste de tarifas. Antes tiene que haber estudios por geólogos oficiales, que indiquen que hay problemas. Lo que si deben de hacer es ajustarse al presupuesto con que cuentan y bajar costos”, explicó Carolina Mora, vocera de ARESEP.
En Nosara hay mucha confusión pues muchos rumoran que el AyA podría asumir el acueducto. Esa versión, está descartada por la jerarquía de esa entidad, Ricardo Sancho, “por el momento la ASADA no ha presentado síntomas de que ande trabajando mal, por lo que no es necesario hacer una intervención” aseguro Sancho.
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